Primera casa inteligente de la historia
Ahora es difícil sorprender a alguien con un «hogar inteligente«, ya que se ha vuelto un concepto cotidiano. Pero hubo momentos en que todo esto fue un verdadero milagro. ¿Quién y cuándo fue el primer propietario del sistema de «casa inteligente»? ¿Cómo era?
La primera casa con control inteligente apareció en la ciudad de Tokio (Japón) en 1989. Esto no es para nada sorprendente, porque los japoneses son famosos por su ingenio y habilidad técnica. El propietario de esta innovadora construcción, llamada la «Tron Project» fue Ken Sakamura, un profesor de informática. ¡El área de la vivienda era de 333 metros cuadrados!
Su característica principal era el uso de tecnologías innovadoras en la propia casa, que por aquel entonces era una idea muy revolucionaria. Las cámaras de seguridad estaban equipadas con sensores de temperatura y humedad. Gracias a esto, se transmitían datos meteorológicos en directo al programa. Esto sirvió como un comando para cerrar o abrir ventanas, encender / apagar el aire acondicionado o la calefacción. Además, estos sensores automáticamente abrían las ventanas, si detectaban buen tiempo en el exterior de la casa.
La “Casa del Trono” estaba equipada con un panel para dar las órdenes al sistema domótico. Por ejemplo, Ken no tuvo que preocuparse nunca más por olvidar cerrar su casa con llave, ya que, al salir de casa, fue suficiente con presionar el botón «salir» en el panel de control para que la puerta delantera se bloqueara automáticamente.
El sistema de audio estaba equipado con sensores y controles de nivel o volumen del sistema durante una conversación telefónica. El sistema de iluminación, como todo lo demás, tenían sus propias características. Se podía personalizar por escenas: luz brillante para fiestas o tenue para reuniones tranquilas y acogedoras. Y cuando los residentes se acostaban, las luces de toda la casa se apagaban.
Ken Sakamura apreciaba los materiales naturales, por lo que se utilizaron madera y piedra japonesas para construir la casa. El interior se hizo al estilo tradicional japonés, sin lujos y con muchos materiales de construcción naturales. El profesor Sakamura logró hacer un avance increíble en el campo de la ingeniería y combinar tecnología avanzada con un ambiente cálido y hogareño.